El Día de Muertos es una de las celebraciones más conmovedoras y hermosas en México. Es un día en el que el amor trasciende las barreras del tiempo y del espacio en cada una de las casas mexicanas. A través de esta festividad, tenemos la oportunidad de recordar y abrazar a nuestros seres queridos que ya no están físicamente con nosotros, pero que permanecen en nuestros corazones. Esta tradición es un reflejo de la riqueza cultural de México y de la profundidad de los lazos familiares y del valor del recuerdo y la memoria.
Uno de los aspectos más especiales de esta celebración es el altar de Día de Muertos. Colocar un altar es una tradición en la que se busca mantener viva la presencia de quienes ya partieron, uniendo a las familias, generación tras generación, en torno a una misma mesa, aunque esa mesa ya no sea física.
El significado del altar de Día de Muertos
El altar es el corazón de esta tradición. Se construye con esmero, cada detalle está cuidadosamente pensado para hacer que el difunto se sienta bienvenido, como si su espíritu pudiera volver a casa por una noche, sentarse entre nosotros y disfrutar de los aromas y sabores que tanto amó en vida. Colocar un altar es una manera de decir:
“Aquí sigues, aquí siempre estarás”
Los niveles del altar: Más allá de lo visible
En muchos hogares, los altares se estructuran en dos niveles que simbolizan el cielo y la tierra, mientras que otros pueden tener hasta siete niveles, representando los pasos que las almas deben seguir para llegar al Mictlán, el lugar del descanso eterno. Cada nivel tiene un propósito, una enseñanza. Los elemento del altar son un tributo personal y único a los recuerdos, una manera de decirle a quien se fue:
“No te he olvidado”
Elementos esenciales del altar
El altar está lleno de detalles que nos conectan con los recuerdos, con esos momentos que vivieron nuestros seres queridos:
- Fotografías: La presencia de los que ya no están. Al colocar sus fotos, los volvemos a traer al presente.
- Velas: La luz que los guía de regreso, un faro en la oscuridad que les indica el camino hacia su hogar.
- Flores de cempasúchil: Su color naranja y su aroma son como una alfombra que marca el sendero que recorren los espíritus.
- Pan de muerto: Un símbolo de la generosidad y del ciclo de la vida, representando que compartimos lo que tenemos con quienes amamos, sin importar dónde estén.
- Agua y sal: Para calmar la sed de las almas cansadas después de su largo viaje.
Cada detalle, cada objeto en el altar, está lleno de simbolismo, pero también de recuerdos y emociones. Y entre ellos, hay un elemento que añade un toque especial de calidez: el vino.
El vino en el altar de Día de Muertos: Un brindis al amor eterno
El vino no es solo una bebida que acompaña momentos especiales en la vida; en el altar de Día de Muertos, el vino representa alegría, cariño y celebración. Colocar una copa de vino en el altar es un gesto profundo: es brindar una vez más con nuestros seres queridos, recordando los momentos felices que compartimos con ellos. Es decirles:
“Esta noche, celebramos tu vida y lo que significaste para nosotros”
¿Por qué se coloca vino en el altar?
El vino tiene un simbolismo especial en el altar. Para muchos, representa esos momentos íntimos y felices compartidos con los seres queridos. Es un símbolo de la convivencia y los instantes memorables que vivieron juntos. Al colocar una copa de vino, las familias mexicanas muestran su deseo de compartir un último brindis, de revivir esos momentos especiales donde el amor y la unión fueron protagonistas.
Además, según algunas tradiciones, se cree que el vino ayuda a las almas en su viaje desde el Mictlán de regreso a sus hogares. Es como un puente entre dos mundos, un elemento que facilita su llegada para que puedan sentarse a la mesa, una vez más, con su familia.
Celebra con vino: Un toque de distinción en el altar
Si estás buscando un vino que no solo acompañe tu mesa, sino que también sea digno de honrar a tus seres queridos, considera incluir un vino de la Denominación de Origen Rueda. Los vinos de esta región española son famosos por su frescura y calidad, características que los hacen perfectos para una ocasión tan especial como el Día de Muertos. Su elegancia y versatilidad permiten que se integren armoniosamente con los sabores tradicionales de la ofrenda, como el pan de muerto, los tamales o los guisados favoritos de quienes ya no están.
¿Qué tipo de vino debo elegir?
El vino que coloques en tu altar puede depender del gusto que tenía la persona a quien honras. Puedes optar por un vino blanco fresco, que simboliza pureza y claridad, o un vino tinto, que evoca la tierra y la fuerza de la vida. Lo importante es que el vino represente, para ti, un recuerdo significativo de aquellos momentos compartidos.
El Día de Muertos es una celebración del amor eterno. Es un gesto que les dice que, aunque no estén aquí, siguen presentes en cada rincón de nuestra vida.
Al poner tu altar este año, recuerda que no hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo. Lo importante es que lo llenes de significado y amor, que cada elemento te haga sentir más cerca de quienes ya no están físicamente, pero que siguen viviendo en tu corazón. Y si decides incluir vino en tu altar, que sea un brindis por ellos, por los recuerdos y por la vida compartida.
¡Salud y feliz Día de Muertos!
Preguntas frecuentes sobre el altar y el vino
1. ¿Es necesario colocar vino en el altar?
No, no es necesario. El vino es uno de los muchos elementos opcionales que puedes incluir en tu altar. Sin embargo, si sientes que el vino fue algo que marcó momentos especiales con la persona que honras, es una hermosa manera de incluir ese recuerdo en la ofrenda.
2. ¿Cuál es el mejor tipo de vino para el altar?
El mejor tipo de vino es aquel que más resuene con los recuerdos de tu ser querido. Si la persona tenía un vino favorito, es un lindo gesto incluirlo. Si no estás seguro, los vinos de la D.O. Rueda son una excelente opción por su versatilidad.
3. ¿Qué significa el vino en el altar?
El vino simboliza momentos de felicidad y convivencia. Es una manera de decir: “Brindemos por la vida que compartimos”. También es un gesto de hospitalidad hacia las almas que nos visitan, una muestra de que siguen siendo parte de nuestras celebraciones.
4. ¿Es apropiado colocar vino si el difunto no bebía?
Si la persona no consumía alcohol, puedes optar por no incluirlo o buscar una alternativa, como un jugo o bebida que le gustara. Lo importante es que el altar sea una representación auténtica de la persona que estás recordando.