Vinos Rueda

El altar de Día de Muertos: Tradición y significado del vino

 

En México el Día de los Muertos es una celebración profundamente arraigada en la cultura, ya que es un momento en el que se honra y recuerda con cariño a los seres queridos que han partido a un viaje en otro camino. Esta festividad se manifiesta de muchas maneras, pero uno de los aspectos más emblemáticos de esta tradición es el altar de Día de Muertos.


El significado del altar de Día de Muertos

Éste es una de las representaciones más vívidas de la visión que las culturas prehispánicas tenían de la muerte. El altar es un reflejo de la riqueza cultural de México y simboliza un encuentro entre dos mundos: el de los vivos y el de los muertos. Se compone de varios niveles, fusionando el sincretismo de las religiones prehispánicas con elementos de la religión católica.


En su forma más básica, un altar de Día de Muertos consta de dos niveles: el cielo y la tierra. Estos niveles representan la dualidad de la vida y la muerte, y cada uno cumple una función simbólica. Sin embargo, algunos altares pueden llegar a tener hasta siete niveles, y en cada escalón se reflejan los pasos necesarios para que las almas de los difuntos alcancen el Mictlán, el lugar del eterno descanso.



Elementos que conforman el altar

Los elementos colocados en el altar varían según el nivel en el que se encuentren. Entre los objetos que corresponden a cada piso del altar se encuentran imágenes del santo al que se es devoto, representaciones de las ánimas, sal, imágenes del personaje principal del altar, el alimento preferido de los difuntos, fotografías y retratos de los seres queridos que han fallecido, y una cruz formada por semillas o frutas.


El vino en el altar de Día de Muertos

El vino ocupa un lugar especial en el altar. Se ofrenda en honor a los difuntos como una muestra de hospitalidad y un acto de amor. Según el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, en el Día de Muertos se comparte con los difuntos una selección de elementos que incluyen pan, sal, frutas, manjares culinarios y, si se trata de adultos, vino.


El vino no es simplemente una bebida para deleitar el paladar, sino también un símbolo de los momentos felices y especiales que se vivieron en vida. Se cree que este elemento atrae a las almas de los difuntos para facilitar su viaje desde el  Mictlán, el lugar de reposo eterno, hasta las casas de sus familiares. Allí, se unen en una noche de festividad y recuerdos.



Celebra el Día de Muertos con tu vino de la D.O. Rueda

Si deseas añadir un toque de distinción y calidad a tu altar de Día de Muertos, considera la posibilidad de incluir un vino de la Denominación de Origen Rueda. Los vinos de esta región de España son conocidos por su exquisitez y versatilidad, lo que los convierte en una elección perfecta para honrar esta festividad. Marida tus recuerdos con la calidad y el sabor de un vino de la D.O. Rueda, creando un espacio donde la tradición y la excelencia se encuentren. ¡Feliz Día de Muertos!

 

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