La calabaza en tacha es uno de esos postres tradicionales que, desde que lo pruebas, te lleva a momentos de nostalgia, a la calidez de la cocina de la abuela y a las festividades otoñales como el Día de Muertos. Su sabor suave y dulce, resultado de cocer lentamente la calabaza con piloncillo, se realza con especias aromáticas como la canela y el clavo de olor. Acompañada de un buen vino blanco, la experiencia es aún más deliciosa.
Hagamos que hoy tengas un día muy dulce preparando la receta de este platillo, al tiempo que descubrimos datos curiosos y tips de maridaje. ¡Vamos!
Un poco de historia detrás de la receta con calabaza
La calabaza en tacha tiene sus raíces en las cocinas prehispánicas de México, donde la calabaza se utilizaba en una gran variedad de platos. Con la llegada de los españoles y la introducción del azúcar, surgió esta versión dulce que ha perdurado hasta hoy. Su nombre, “tacha”, proviene de los recipientes de cobre donde tradicionalmente se cocía la calabaza en piloncillo. Era un postre infaltable en las celebraciones de Día de Muertos, ya que su dulzura simbolizaba la vida y la abundancia.
Ingredientes que no podían faltar en tu receta
Antes de empezar a cocinar, es importante conocer los ingredientes que le dan a la calabaza en tacha su sabor tan característico:
- Calabaza: Puedes usar calabaza de Castilla, que es la más tradicional, o calabaza italiana si prefieres algo más suave y fácil de manejar.
- Piloncillo: Este endulzante natural es un concentrado de jugo de caña de azúcar, que al cocinarse se convierte en un almíbar espeso y aromático.
- Canela y clavo de olor: Estas especias añaden un sabor mexicano especial que complementa la dulzura del piloncillo.
- Anís estrellado: Este ingrediente es opcional, pero si lo usas, le dará un aroma muy especial.
- Jugo de limón: Aunque no siempre se usa, un chorrito de jugo de limón al final le aporta una frescura que equilibra el sabor.
Ahora que conoces los ingredientes, ¡es momento de poner manos a la obra!
Paso a paso: Preparando la calabaza en tacha
1. Preparar la calabaza
El primer paso es sencillo pero importante. Lava bien la calabaza para eliminar cualquier suciedad de la piel, ya que se cocinará con ella. Luego, córtala por la mitad y retira las semillas y las hebras internas. Esos restos puedes guardarlos para tostar las semillas como snack, ¡nada se desperdicia! Corta la calabaza en trozos grandes. De esta manera, absorberá mejor el almíbar durante la cocción.
2. Cocción aromática
En una olla grande, coloca los trozos de calabaza. Agrega las 4 tazas de agua, la taza de piloncillo, la rama de canela, los clavos de olor y el anís estrellado si decidiste usarlo. El aroma comenzará a llenar tu cocina, dándole ese olor que distingue esta temporada.
3. Llevar a ebullición
Coloca la olla a fuego medio-alto y lleva todo a ebullición. Una vez que empiece a hervir, reduce el fuego y deja que se cocine a fuego lento por unos 30-40 minutos. Durante este tiempo, la calabaza se irá suavizando y absorbiendo todo el sabor del almíbar especiado. Un truco aquí es no remover demasiado, para evitar que los trozos de calabaza se deshagan.
4. Un toque fresco
Si te gusta contrastar sabores, al final de la cocción puedes añadir un chorrito de jugo de limón. Este pequeño detalle le dará un toque ácido que equilibra la dulzura y hará que el postre no resulte empalagoso.
5. Servir y disfrutar
Una vez lista, puedes servir la calabaza en tacha caliente, acompañada de un poco de crema o helado para un contraste de temperaturas y texturas. También es deliciosa fría, ideal para esos días cálidos en los que buscas un postre refrescante pero reconfortante.
Datos curiosos sobre la calabaza en tacha
- Un postre con tradición prehispánica: La calabaza es una de las primeras plantas domesticadas en América. Aunque la versión de calabaza en tacha que conocemos hoy incluye piloncillo y especias traídas por los europeos, la calabaza ha sido un ingrediente que se distingue en las cocinas de Mesoamérica durante siglos.
- El piloncillo, un endulzante natural: El piloncillo es considerado una alternativa más saludable al azúcar refinada, ya que contiene minerales como hierro, calcio y magnesio. Además, su sabor complejo y ahumado lo convierte en el endulzante perfecto.
- La versatilidad de la calabaza: Además de usarse en postres como la calabaza en tacha, es extremadamente versátil. Se puede asar, hervir, hacer puré o incluso añadir a salsas. También, sus semillas tostadas son un snack nutritivo y delicioso.
Maridaje perfecto: Vino Verdejo joven o semidulce D.O. Rueda
La calabaza en tacha, con su dulzura y las notas especiadas del piloncillo, puede ser un postre difícil de maridar si no sabes qué vino escoger. Aquí te propongo dos opciones que complementan a la perfección este delicioso postre tradicional:
- Verdejo joven D. O. Rueda: Este vino blanco español es conocido por su frescura, acidez balanceada y notas frutales. Un Verdejo joven de la Denominación de Origen Rueda aporta ese toque refrescante que corta la dulzura del postre, creando un contraste muy agradable. Las notas cítricas y herbales del Verdejo resaltan el toque fresco del limón, si decidiste agregarlo a tu calabaza en tacha.
- Vino semidulce D.O. Rueda: Si prefieres una opción más dulce para acompañar el postre, un vino semidulce también es una excelente elección. Este tipo de vino resalta las notas especiadas de la canela y el clavo, al tiempo que complementa el sabor del piloncillo sin resultar demasiado empalagoso.
Explora otros datos curiosos sobre la variedad de uva Verdejo mientras pruebas este maridaje.
La calabaza en tacha es un postre perfecto para compartir en familia o en celebraciones especiales. Puede que la disfrutes caliente o fría, con una copa de Verdejo joven o un vino semidulce de la D. O. Rueda, este postre siempre será un éxito en tu mesa. ¡Anímate a prepararla y sorprende a todos con esta deliciosa receta con calabaza!
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